Las redes veredales de suministro de agua están integrados en la red regional de acueductos y se comprometen por la protección y uso adecuado del recurso agua, así como por la implementación del derecho al agua como bien común y base de la vida.
El proceso se inició como respuesta a una situación puntual de las comunidades: la escases del agua y la falta de conciencia comunitaria para su manejo. En este sentido, se empezó a trabajar en una estrategia de concientización que fue dando el paso hacia el fortalecimiento de los acueductos que tenían un mínimo de organización y la conformación de otros que, aunque ya tenían infraestructura, la prestación del servicio no era lo suficientemente organizada. Así pues, con el paso de tiempo y ante la amenaza privatizadora del recurso vital, se fue estructurando un proceso de 4 pasos que garantizan que las comunidades puedan seguirse autodeterminando en lo que tiene que ver con este servicio esencia en condiciones acordes a su realidad económica y social; dichos pasos son: Organización, legalización, potabilización y sostenibilidad. En la actualidad estos acueductos comunitarios se están articulando en la Red Regional de Acueductos Comunitarios “Agua para la Vida”. Los principales componentes de este proceso son: el fortalecimiento de lo comunitario, la resolución pacífica de conflictos, el cuidado y uso sostenible del agua, el trabajo en red y la incidencia política como estrategias de construcción de paz en el territorio. Para el desarrollo de estos componentes se realizan encuentro de formación y capacitación a nivel veredal, municipal y regional, donde se definen las acciones que contribuyan al objetivo de la Red y se ha construido su misión y visión.